En los entretelones de su última película, Wanted, Angelina Jolie mostró una figura más esquelética y demacrada que nunca. Su dramática pérdida de peso sigue avanzando y no parece tener marcha atrás.
La actriz atribuye este cambio radical de imagen a la muerte de su madre, Marcheline Bertrand en enero de este año.
Angelina Jolie ya dijo en más de una ocasión que considera su delgadez como preocupante y que no está flaca porque quiera ponerse "pantalones más apretados" sino a causa de un problema emocional.
Su familia se mostró preocupada porque la actriz no come, ya que asocia la cocina con el recuerdo de su madre.
De todos modos, la serie de imágenes tomadas por el Daily Mail hablan por sí solas.
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