Gran triunfo de Angelina

A pesar de todo, ‘A Mighty Heart’ llega al corazón por la actuación de la actriz




Si por una parte A Mighty Heart, el drama basado en hechos de la vida real que hoy se estrena, es un indiscutible triunfo para su estrella central, Angelina Jolie, por otra, la película no llega a conmovernos de la manera que su desvastadora historia demanda.

Todo indica que esto se debe a la técnica estilo documental que su director, Michael Winterbottom, ha escogido para relatar la trama, decisión que aporta autenticidad y urgencia al filme, pero que para bien o para mal, emocionalmente mantiene nuestros sentimientos a una cierta distancia de los hechos.

A Mighty Heart —adaptada por John Ortoff de A Mighty Heart: The Brave Life and Death of My Husband Danny Pearl, el libro autobiográfico de Mariane Pearl—, recuenta la trágica odisea de Danny Pearl (Dan Futterman), el corresponsal en Asia de Wall Street Journal, que después de cubrir el bombardeo de Afganistán a raíz del ataque del 11 de septiembre, reside en Pakistán junto a su esposa, Mariane (Jolie), que se encuentra en su sexto mes de embarazo en espera de su primer hijo.

Es en enero de 2002 que Danny y Mariane llegan a Karachi, donde Pearl comienza a investigar una posible conexión entre Richard Reid, el terrorista que durante un vuelo trató de explotar una bomba en su zapato, y Mubarik Ali Gilani, un prominente clérigo con conexiones a grupos islámicos militantes.

A Pearl le prometen una entrevista con Gilani, encuentro que le advierten es peligroso y debe tener lugar públicamente. El periodista le avisa a su esposa que debido a esta cita llegará tarde a cenar. La alarma suena cuando Pearl no se reporta con sus editores en Karachi.

Es el proceso de la investigación de la desaparición de Pearl por oficiales en Pakistán que ocupa la mayor parte del filme, un proceso que poco a poco comienza a revelar que la promesa de la entrevista fue una trampa.

Quienes conocen el caso, encontrarán sus detalles más importantes —los continuamente frustrantes elementos de la investigación, las falsas acusaciones de los captores que el periodista es un espía de la CIA y, posteriormente, que es parte de Mossad, la agencia de inteligencia israelita, las amenazas de muerte, los videos, el último de ellos, cinco semanas después, revelando finalmente su decapitación —cuidadosa y respetuosamente recreados.

La vida previa de Danny y Mariane Pearl, que también es periodista, su boda y su mutua devoción es presentada en limitados pero informativos flash-backs.

Rodeada de actores en gran parte desconocidos, Angelina Jolie domina la película con una actuación tan sutil como acertada, subrayando la entereza emocional de su personaje, cuyo sufrimiento y desesperación nunca hace público. Es por eso que, cuando encerrada en su cuarto finalmente da rienda suelta a su dolor, la secuencia es mucho más efectiva.

En cuanto a la apariencia física, Jolie logra una muy aceptable personificación de Mariane Pearl, quien nació en Francia y cuya etnia es mitad blanca (su padre es de Holanda) y mitad afroamericana (su madre es de Cuba), estableciendo también con credibilidad su acento francés.

Que la cinta tenga la textura de un documental político no debe sorprendernos ya que Winterbottom es un experto en el género, habiendo realizado, además de producciones como Welcome to Sarajevo o In This World, The Road to Guantánamo, que explora la historia de tres prisioneros en la notoria cárcel cubana donde permanecieron recluidos por dos años sin haber sido formalmente acusados.

Producida por Plan B Entertainment (la compañia de Brad Pitt, productor del filme) y rodada en Francia, India y Pakistán, A Might Heart recibió la clasificación R por lenguaje crudo.